sábado, 17 de diciembre de 2011

ÁFRICA +

Actualmente, el mundo entero se sumió en una gran crisis. Pero los países pertenecientes al club de la miseria, podríamos decir que, viven una "crisis de desarrollo"  permanente. 

Hay una marginación del club de la miseria por parte de la Economía Mundial. Las personas que viven en estos países han sido víctimas de guerras civiles o viven en zonas dominadas por las políticas de los recursos naturales; viven en países sin salida al mar ni recursos abundantes y con malos vecinos, y otros han atravesado un largo periodo de mal gobierno y políticas económicas deficientes.

Estas sociedades solo pueden salvarse desde dentro. Las opciones podrían ser tales como la utilización de sus recursos naturales, obteniendo beneficio de las exportaciones y ,lo más importante, cambiando su política estatal. Aún así, esto no significa que las potencias occidentales deban tener una actitud pasiva, y lavarse las manos, como sucedió en Ruanda, dónde más de 800.000 personas murieron durante los 100 días bañados en sangre a causa del Genocidio.  Nadie se inmutó, pues decían que era un conflicto interno.

Yaoundé, Camerún.
Los países que tienen salida al mar y buenos vecinos, a la vez que recursos naturales, deberían aprovechar esta situación de crisis internacional, para intentar "escalar", hacerse notar en la economía mundial, y así, poco a poco, crecer como país y desarrollarse.

¿Qué falla en los países más pobres? Esta cuestión la explica muy bien Paul Collier en su libro "El Club de la Miseria", del cual he sacado estas ideas principales.

Siempre, con el espíritu viviente. A través del ritmo de las cosas. A través de las partículas que pululan en la atmósfera.